La lucha de los pentathletas

La lucha de los pentathletas

Es necesario repetirlo, reiterarlo sin ningún temor, con toda la convicción, que los pentathletas -Activos o Egresados- tenemos por objeto luchar por recuperar y preservar los valores de la sociedad a la que pertenecemos.

Para nadie es un secreto que nuestra sociedad padece una grave crisis de valores en la familia, la cultura, la política, la religión...

Antiguos principios y valores defendidos por la sociedad se respetan cada vez menos.

En el esquema del mundo moderno que nos toca vivir, el hombre triunfador es aquel que se hace de las mañas para rehuir compromisos, se pondera la audacia frente a la inteligencia. Tienen más valor las cosas materiales que el Espíritu. El contenido nocivo de la mayoría de los programas de televisión postergan la educación y la cultura. Los niños y los jóvenes están expuestos al bombardeo incesante de la pornografía y la moda deformante y se encuentran desorientados.

Todos los cuerpos intermedios de la sociedad están seriamente amenazados. Los valores que los distinguieron se han trastocado o desaparecido.

Pareciera que México se nos va de las manos, que se nos muere lentamente, que no hay timón, que hemos como Patria perdido el Norte. Hay una desazón generalizada y esto se palpa en las calles, en los lugares de reunión, en la vida diaria.

El respeto por los mayores, la caballerosidad, la honradez, la serenidad, el sentido común, el honor, entre otros muchos valores, han sido destruidos sin clemencia.

Aquella vieja fortaleza, anterior y superior al Estado, que era la Familia, se encuentra perturbada, con padres adolescentados víctimas de la modernidad.

La juventud, aquella juventud a la que cantaban los clásicos, está desesperanzada. Muchos jóvenes consumen substancias para ser felices y otros se suicidan por no tener claramente un proyecto de vida, por no encontrar un sentido de finalidad. La perdida de los valores ha causado daños irreparables. La juventud y la niñez, son los sectores más vulnerables y son los más atacados.

En otro sector, los funcionarios públicos y los políticos han hecho de la corrupción su modus vivendi. Ineptos, irresponsables, improvisados, asignándose sueldos estratosféricos dañando la economía nacional, sentando pésimos precedentes contribuyendo a la ruina nacional.

Asistimos al imperio del relativismo y al triunfo de la mediocridad, curas que se pasean con sus novias, diputados y diputadas que luchan por legalizar el aborto y el matrimonio homosexual, se desprecia a nuestros símbolos patrios y a las Fuerzas Armadas.

Camaradas pentathletas: se impone hoy más que nunca la necesidad de una lucha sin cuartel por recuperar los valores éticos, morales, religiosos, cívicos y sociales que son válidos y eternos.

El Pentathlón ha sido pionero en esta lucha desde el mismo 9 de julio de 1938, no podemos arriar la bandera. A mayor cargo y grado en el Penta, mayor la responsabilidad. Son muchas las vidas y las almas que gravitan en la gran comunidad pentathlónica, de ahí lo trascendente de nuestra lucha. No luchamos por un salario y menos para que el gobierno nos mantenga. Luchamos por lo sublime, por lo que perdura, por nuestra querida Patria.